Baraka como un manifiesto visual sobre la necesidad de la belleza y la utilidad
Baraka (1993) es una experiencia visual que transporta al espectador por 24 países alrededor de todo el mundo, logrando capturar la esencia cultural y social, tanto de la sociedad tradicional y ortodoxa como la sociedad moderna y heterodoxa, de manera en la que el ser humano vive entre la desconexión espiritual o la ineficacia. Las imágenes que nos ofrece la película sobre la sociedad tradicional apela a la belleza ordenada de la conexión física y espiritual que tiene el ser humano no tan solo con la naturaleza, sino también con sus pares. Sin embargo, en la sociedad moderna se captura la persepción de la utilidad y el beneficio como el enfoque principal de la subsistencia humana, esto desde un enfoque más caótico y solitario. Tanto la belleza como la utilidad en la sociedad son vistas como ámbitos opuestos y que no pueden coexistir, sin embargo Baraka muestra cómo tanto el orden y el caos son parte de lo nos define como seres humanos, siendo coherente una la presencia de ambos.
La sociedad tradicional en la película es admirada desde un punto de vista que embellece la conexión espiritual y física en relación al humano consigo mismo, con la naturaleza y con otros seres vivos. En las áreas donde hay una presencia controlada del ser humano se puede admirar la naturaleza como un componente principal sobre la convivencia. La película acompaña las imágenes de rituales espirituales con música que ayuda a percibir esos momentos como unos de paz, tranquilidad y conexión espiritual. El orden que representan expresa una belleza no tan solo visual, sino también en lo imperseptible. Dando un significado importante a la presencia de la belleza en la sociedad, resaltando la creciente falta de ella y disminución de su importancia.
En la sociedad moderna e industrial se le da importancia a la utilidad como un fundamento de la existencia del ser humano. Este hecho infiere que todo tiene que tener cierta utilidad para poder ser, demostrando la busca de la satisfacción que crea. En la utilidad se ve el provecho y el interés como parte del valor de un algo. La película muestra este ambiente como uno caótico y que destruye para su propio beneficio, siendo un entorno desordenado y concurrido, pero solitario al mismo tiempo. Esto resalta el vacío ya sea espiritual o existencial que provoca el buscar sólo la función de algo.
Tanto la belleza como la utilidad son términos que pueden aparentar desemejanza, pero ambos son esenciales en la vida del ser humano. La belleza expresa la necesidad del ser humano sobre la sensibilidad y la persepción. Mientras que la utilidad demuestra la importancia de la eficacia para un mejor desarrollo del ser humano en su ambiente. Gracias a Baraka podemos comprender cómo lo hermoso y lo útil se ven reflejados alrededor de todo el mundo, demostrando cómo el ser humano está en la constante busca de ambos, pese a la clara diferencia que hay entre cada una de las más de ocho mil millones personas que habitan el planeta Tierra, y los aspectos de la vida que efrenta cada ser humano. Esto nos ayuda a comprender por qué el ser humano elige entre la belleza y la utilidad; las circunstancias provocan la preferencia del ser humano sobre ambos términos. Sin embargo es capaz la existencia de ambos; siguiendo el ejemplo de la descripción del curso, una jarra de cerámica perseptiblemente bella puede ser útil como jarra o como un florero, como sugiere Octavio Paz, demostrando diferentes utilidades sin dejar de lado la belleza. Relacionándolo con la arquitectura, la arquitectura es un perfecto ejemplo de cómo la belleza y la utilidad pueden coexistir y estar presentes, sin dejar a ninguna olvidada.
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