El Nacimiento de la Arquitectura como disciplina
Durante el siglo XV, antes del descubrimiento de América, ya mucho estaba ocurruiendo en Europa. El Renacimiento fue una era de profunda transformación intelectual. Este periodo no solo revitalizó el arte y la filosofía, sino que fue crucial para el nacimiento de la arquitectura como una disciplina sistemática y teórica, alejándose de las prácticas medievales. Impulsados por el redescubrimientoy la documentación a detalle de las ruinas clásicas, principalmente romanas, pensadores como Donato Bramante sentaron las bases para un nuevo lenguaje. El argumento central de esta era es que el Renacimiento logró sintetizar la herencia clásica con un nuevo orden geométrico y una intención idealista, sentando las bases de la arquitectura como la disciplina que es, y el rol del arquitecto que sería perfeccionado por figuras como Andrea Palladio en el siglo XVI.
El inicio del Renacimiento arquitectónico estuvo marcado por la obsesión de recuperar el vocabulario clásico, entendido como un medio para alcanzar la perfección. En Roma y Florencia, figuras como Bramante lideraron esta misión. Bramante fue asignado por el Papa, con la intenión de revitalizar Roma, el Templeto de San Pedro. Bramante al conocer el vocabulario clásico buscó crear un edificio perfecto e intentó crear un edificio con forma de círculo utilizando leyes geométricas estrictas. Su diseño era una declaración filosófica donde la "parte con el todo" se veía como una unidad inseparable, en contraste con la fragmentación de la visión moderna. Este idealismo también se manifestaba en cómo se altera la percepción del espacio mediante el arte. El redescubrimiento del sistema utilizado por los romanos fue fundamental para que penadores como Bramante lograran su cometido de superar lo medieval, logrando crear obras que, aunque estaban inspiradas en lo ya hecho por los romanos, buscaban una organización y una intención ideal que, los mismos romanos ya habían explorado, pero estos pensadores lo hicieron de manera más documentada y sistemática.
Para el siglo XVI, se comienza a asumir el rol del arquitecto, así la disciplina pasa de copiar a inventar. Andrea Palladio en Venecia personifica esta transición. Inspirado en la forma en que los griegos habían perfeccionado la ornamentación y la estructura (conocimiento que fue "utilizado" por los romanos), Palladio no solo estudió la antigüedad, sino que la reinventó. Obras como la Villa La Rotonda son la máxima expresión de la perfección en proporciones y técnicas sistemáticas, donde las fachadas son igual de importantes en las cuatro orientaciones. En otros proyectos, como el de las villas palladianas del Véneto en Vicenza, demostró la capacidad de crear fachadas que daban la ilusión de organización y orden auqnue realmente no eran para nada perfectas. Su legado y conocimiento se encuentra registrado en sus cuatro libros de arquitectura, donde documentó sus propios edificios, las ruinas clásicas y los elementos decorativos. Este acto de compilar, dibujar y teorizar hizo que el vocabulario clásico, ya recuperado, cambiado y repensado, se transformara en un nuevo lenguaje arquitectónico que sería replicado y enseñado en todo Occidente y hasta la actualidad.
El Renacimiento fue un periodo sumamente importante en la historia de la construcción. El trabajo metódico de intelectuales como Bramante revitalizó la intención idealista de la antigüedad clásica, buscando la perfección geométrica. Posteriormente, la figura de Palladio consolidó este movimiento, elevando la arquitectura a una disciplina teórica a través de la publicación de tratados sistemáticos. Al recuperar el vocabulario grecorromano, repensarlo y aplicarle una nueva lógica renacentista, estos pensadores no solo lograron construir edificios que buscaban alejarse de lo medieval, sino que inventaron el rol del arquitecto moderno, proveyendo a las generaciones futuras de un lenguaje universal basado en la razón, la proporción y la intención de diseño.
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